Eso mismo pensaba yo todos los días la verdad, y así fué que me convertí en El Wn de las Paltas.

Partí emprendiendo en mi época universitaria buscando independencia. A lo Maestro Jedi, mi viejo me dió un sabio consejo y me dijo: “Vende paltas poh wn”. Me contacté con un productor de nogales, me pegué un pique al campo y traje 100 Kg de paltas, de una. Vendí todo eso entre mis amigos y ahí me afloró el alma emprendedora.

Al terminar mi carrera en la U trabajé 7 años en una agencia de turismo y renuncié a la pega para probar algo propio. Nunca dejé las paltas, pero decidí abrir un centro de entrenamiento funcional en un domo. El concepto prendió un rato, pero después, todo se derrumbó 🎶 

Había que tirar pa' arriba, seguir tomando riesgos hasta achuntarle a algo. Retomé mis paltitas queridas porque sabía que con ellas me iría la raja.

Para graduarme de Máster de la Palta aprendí de quienes más saben: de los agricultores chilenos. Aprendí que cosas como que colocar todas las paltas juntas en la misma caja acelera el proceso de maduración, o evitar usar un diario para envolverlas, porque eso las hace transpirar, etc.

Pero... ¿cómo nace este nombre. Despachaba los pedidos con un carrito de super lleno de paltas y un día uno de los vecinos me dijo: “Ah, tú eres El Wn de las paltas”. Al principio me incomodó el apodo, pero al rato me acostumbré y hoy lo llevo con orgullo.

El nombre era weno y llamativo. Llegó el fenómeno en redes sociales y otro hito ocurrió cuando dos grandes marcas se acercaron a este Wn. La idea era hacer un trueque de un smartphone por ¡58 kilos de palta!. Esto potenció mucho mi comunidad de fieles seguidores en Instagram, me creí el cuento y amplié la oferta en mi página web con limones, naranjas y hasta paltas de peluche, de peluche poh wn jajaja.

En diversos comentarios mis clientes afirman que nos prefieren porque:
✅ Los productos por su maduración natural 
✅ Por estar libres de procesos industriales
✅ Provienen directo desde el campo